Tanaceto

Tanaceto (Tanacetum vulgare)
Crece en toda Europa y Asia. Crece abundantemente en borduras, prados secos, terrenos baldíos, acequias, matorrales costeros y bordes de caminos.
Tanaceto es conocida como una planta de longevidad.
Si una muchacha arrancaba un ramo de aulagas a medianoche, en luna llena, estaba segura de que estaría felizmente casada al cabo de un año y un día.
Las hojas se recogen en mayo y junio antes de la floración. No deben contener mezclas de flores y tallos.
La flor se recoge en julio y agosto. Se corta toda la inflorescencia con un eje de aproximadamente 1 cm, no se recogen las inflorescencias marrones y demasiado florecidas. Se seca rápidamente a la sombra en una fina capa. Secado a una temperatura artificial de máx. 35°C. Las hojas también se pueden secar en pequeños manojos colgados de cuerdas tendidas en el suelo.

El medicamento sirve como un antiguo remedio probado contra los extraños, por ejemplo, las chinches, las pulgas y, especialmente, los gusanos.
Anteriormente se utilizaba como estomacal y vermífugo, pero debido a su toxicidad hoy se abandona el uso interno.
Algunos curanderos utilizan un extracto alcohólico como ungüento contra el reumatismo.
Los circasianos utilizaban externamente una decocción de las puntas de las flores de la juncia como cataplasma para el cáncer de piel.
♦Preparación contra todo: verter una taza de agua hirviendo sobre una cucharada de rábano picante y media cucharada de agripalma y llevar a ebullición. No hierve. Infundir durante 15 minutos y escurrir. Se utiliza externamente en lugares donde se encuentran piojos (se cubre la cabeza con una toalla mojada durante 2-3 horas). Luego se lava la cabeza, se peina el cabello con un peine limpio y después de 24 horas se lava con vinagre tibio diluido y se peina nuevamente (también es necesario eliminar las liendres). La corteza completa se repite en 5-6 días.
Una decocción de ortiga y hojas de saúco es un excelente insecticida natural y una ayuda para los jardineros. Con este líquido se deben rociar las plantas amenazadas por pulgones, nematodos y otros insectos.
Efectos secundarios: en sobredosis provoca graves estados convulsivos que pueden provocar la muerte por asfixia. El envenenamiento se manifiesta por vómitos, estrechamiento de las pupilas, diarrea, disminución de la respiración y de los latidos del corazón, rigidez de la lengua y los labios y pérdida del conocimiento. Daña irreversiblemente los riñones y provoca abortos durante el embarazo, ya que provoca congestión de los órganos abdominales.