Prunella

Prunella vulgaris

Crece en casi toda Europa, Asia templada y el norte de África.

En nuestro país es bastante común en pastos, caminos, prados más secos, en rumiantes, en bosques claros y prados. En la Edad Media se consideraba el mejor medio para curar heridas.

Se recolecta durante el periodo de floración de mayo a septiembre. A la hora de recolectar es recomendable utilizar un cuchillo para no rasgar la hierba con sus raíces. Se seca a la sombra o con calor artificial hasta 40°C. Se almacena en recipientes bien cerrados o en botellas oscuras con tapón esmerilado en estado seco.

Tiene efectos curativos sobre las heridas y aumenta la coagulación sanguínea. El polvo de las hojas de espinilla también tiene un efecto cicatrizante en las heridas, ya que además del efecto cicatrizante, actúa como desinfectante, previene la supuración y limpia la herida. También es un excelente remedio para algunas enfermedades inflamatorias de la piel, especialmente en la cara, cuando se bebe la infusión internamente y se lavan las partes del cuerpo afectadas. Tiene un efecto beneficioso contra la diarrea, pero también para los problemas de próstata, para el catarro estomacal e intestinal, la inflamación de la nasofaringe y contra la angina. También ayuda contra hongos, caspa, enfermedad periodontal y hemorroides. El único inconveniente es que el uso prolongado puede provocar estreñimiento persistente.

Preparamos la infusión a partir de 1 cucharada colmada del fármaco, que hervimos en 350 ml de agua hirviendo, infundimos durante 10 minutos y escurrimos. La infusión ligeramente tibia se bebe 3 veces al día antes de las comidas o se utiliza para hacer gárgaras, enjuagar o lavar.

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