Galega

Galega (Galega officinalis)
Originario de Europa meridional y oriental. Se cultiva con fines farmacéuticos.
Se utilizaba como medicamento en la Edad Media, cuando se recomendaba contra la peste, las mordeduras de serpiente, las mordeduras de animales y para las enfermedades febriles.
La inflorescencia en flor, de unos 40 cm de altura, se corta y se seca a la sombra con buena entrada de aire. Lo mejor es guardarla en un frasco de vidrio marrón. Debe controlarse con frecuencia, ya que se humedece y enmohece con facilidad.

Reduce los niveles de azúcar, por lo que se utiliza como medicamento de apoyo en la diabetes, preferentemente en mezclas. En las madres lactantes, aumenta la actividad de las glándulas mamarias en ausencia de leche. Da muy buenos resultados en la inflamación de las vías urinarias y como diurético y ahogante. En forma de pomada se utiliza para curar defectos de la piel después de operaciones, en algunos eczemas, etc.
Los diabéticos deben tomar la hierba bajo supervisión médica, ya que la galegina de la planta es venenosa en dosis más altas.
♦Pomada: 12 g de hojas y bayas finamente molidas en proporción 1:1, mezclar en 100 g de lanolina y remover bien. Aplicar una fina capa sobre la piel, cubrir con un vendaje (preferiblemente de lino) y dejar actuar durante 24 horas. Si después de la tercera aplicación no hay mejoría, no tiene sentido continuar el tratamiento.
♦Infusión: verter 1 cucharada de droga finamente cortada sobre una taza de agua hirviendo, dejar en infusión durante 20 minutos y después colar. Se toma 3 veces al día.