Fresno

Fresno (Fraxinus sp.)
El fresno es un árbol llamativo y fuerte que se encuentra en Europa occidental, meridional y central. Crece hasta una altura de 45 m.
Su enorme tronco se alza erguido como una vela, mientras que la forma general de la corona es redondeada. Madura después de unos 100 años y vive unos 300 años. Florece muy temprano en la primavera (abril-mayo), mucho antes de que se vuelva frondoso.
Los antiguos alemanes lo atribuyeron a Odín y lo llamaron Yggdrasil.
La madera de fresno es dura pero flexible. Se utilizaba para fabricar hachas, flechas y lanzas.
Según el horóscopo celta, las personas nacidas entre el 26,5-5,6 y el 27,11-6,12 son personas muy ambiciosas, trabajadoras y creativas. Aprende cosas nuevas rápida y fácilmente. Necesitan un sentido de independencia y libertad. Su aura irradia un brillo especial, energía palpitante y alegría de vivir.

Las hojas, frutos y corteza tienen efecto diurético y antiinflamatorio, depuran la sangre y disuelven las sales de ácido úrico.
El té de semillas fortalece el hígado y el bazo (hervir brevemente 4 cucharaditas de semillas secas en 0,5 l de agua).
Las hojas de fresno (1 cucharadita por taza de agua) reducen la fiebre, aflojan cálculos y expulsan lombrices.
Las hojas insertadas en los zapatos refrescan los pies cansados. La corteza se utilizaba como agente cicatrizante y desinfectante.
El llamado espíritu de ceniza se utilizaba para dolores musculares, reumatismo o derrames cerebrales. Las semillas de fresno se mezclaron en proporciones iguales con bayas de enebro, hojas de salvia y menta. Se vertió alcohol y se dejó reposar fuera de la ventana al sol durante 3 semanas con sacudidas ocasionales. Después de 3 semanas se coló en botellas oscuras y se frotó en las zonas afectadas.
Sanación espiritual Presione contra el tronco del fresno que teje solar (tercer chakra, encima del ombligo) y respire su refrescante energía solar. El "espíritu" del fresno nos aporta muchas ideas, fortalece nuestra voluntad y eficiencia, nos proporciona flexibilidad y motivación.
El fresno es un árbol "sol". El sol representa nuestro centro más íntimo. Por eso, siempre nos aseguramos de que nuestras metas estén en armonía con nuestra alma. De lo contrario, brillaríamos como el "sol", pero la "quemaríamos". personas que nos rodean. El espíritu de la ceniza nos pide que les enseñemos las consecuencias de gran alcance que tienen nuestras acciones e incluso nuestros pensamientos.