Arce

Arce (Acer sp.)
El arce es un árbol forestal importante y se presenta en muchas especies.
El arce lechero y el arce bebé están muy extendidos en Europa occidental y central. El arce se encuentra en el sur de Europa, hasta una altitud de 1500 metros.
Los arces florecen de abril a mayo, antes de que broten las hojas. Es un forraje popular para las abejas.
Las flores, dispuestas en mechones, son de color amarillo verdoso y los frutos forman bípodes (hélices) de arce alados, que a los niños les gusta pegarse en la nariz.
El arce es un árbol de gran tamaño y de rápido crecimiento que puede vivir hasta 500 años. Su corteza es escamosa y se asemeja a la de un plátano. Las hojas son redondeadas y dentadas en forma de palma. La madera del arce es casi blanca y se utiliza para tallar y tornear muebles. También es adecuado para la fabricación de instrumentos musicales, ya que resuena bien.
El arce lechero es un árbol de crecimiento lento, que rara vez supera los 10 m de altura. Tiene hojas significativamente más pequeñas que el arce: son redondeadas y sin dientes.
El arce bebé crece en los valles de los ríos y en los bosques mixtos, a menudo con fresnos y avellanos. Su madera dura y resistente es utilizada por talladores y torneros. Se valora más que la madera de arce. El arce bebé vive entre 200 y 300 años.
La madera de arce repele los murciélagos y las pesadillas.
Las personas nacidas bajo el signo del arce (del 15 al 24 de abril) se caracterizan por tener muy buena memoria, rapidez de juicio y lógica, y un sentido de originalidad. Son muy orientados a objetivos y ambiciosos. Tienen un alma sensible, fácilmente vulnerable y un sentido de la belleza. Les gusta crear y necesitan inspiración (la naturaleza, un ser querido, una experiencia artística profunda). La comprensión de sus seres más cercanos es muy importante para ellos, de lo contrario caen en la desesperanza, en una vida amoral o pueden terminar dramáticamente con sus vidas.
La curandera Hildegard von Bingen conocía la bellota como un agente refrescante para la fiebre, las úlceras, los granos de cebada, las articulaciones inflamadas y las piernas cansadas. El tratamiento se realizaba en forma de cataplasmas a base de hojas frescas trituradas, o para el enjuague se utilizaba una decocción de ramitas y corteza.
El té elaborado con hojas de arce secas se utilizaba contra la inflamación de las amígdalas o los ganglios linfáticos.
El regalo más valioso del árbol de arce es su savia espesa y azucarada, conocida como jarabe de arce. Proviene del arce "azucarero" que crece en América y Canadá.
Además del uso culinario, también se utiliza para tratar el cáncer.
Sanación Espiritual Entrando suavemente en el aura del árbol, ubicado 1-2 pasos debajo de sus ramas más anchas. Abre tu corazón y conéctate con el ángel del árbol (dríada). Acércate al árbol, acarícialo y pide curación. Abrace el árbol o recuéstese contra él (canal espinal) y fúndase con el pulso pulsante del árbol y respire con él. Nunca olvides decir gracias.
El arce nos aporta relajación, refresca, calma y aporta equilibrio. Restaura la fuerza vital perdida y elimina la amargura. Especialmente los niños deberían acudir al arce en busca de fuerza y protección, porque es el árbol más favorable para ellos.