Apio

Apio (Apium graveolens)
El nombre latino de apio significa fuertemente perfumado. Su hogar es la costa del suroeste de Europa, donde se cultiva como verdura.
Todas las partes de la planta contienen aceite esencial y glucósido de apiina, que se caracterizan por un fuerte efecto diurético. Tanto el tallo como la raíz son muy ricos en vitaminas.
El apio limpia la sangre, favorece la digestión y fortalece los nervios. Como diurético, ayuda a tratar el reumatismo, la hidropesía, las enfermedades renales y de la vejiga. Un tubérculo fresco cortado en rodajas como el rábano picante fortalece el estómago y cura el catarro estomacal. Una decocción del tubérculo cura la congelación.
♦Té: verter 250 ml de agua hirviendo sobre 4 cucharaditas de raíz seca triturada.
♦Infusión: verter media cucharadita de semillas en 250 ml de agua fría y dejar reposar toda la noche. Tomar 2 tazas al día.
♦Jugo de apio: Contiene gran cantidad de azúcar y sales nutritivas, es muy alcalino. Favorece la digestión, purifica la sangre, fortalece el estómago y es diurético. Indicado contra reumatismo, gota, catarro pulmonar. Excelente para tratar enfermedades de los nervios, el estómago, los riñones y la vejiga. Usamos jugo de apio con más frecuencia, pero en pequeñas dosis.
No lo usamos para la inflamación de los riñones y la diabetes.