Angélica

Angelica officinalis (Archangelica officinalis)
Se cultiva en los jardines de los monasterios. En nuestro país es rara en estado silvestre y se cultiva con fines industriales. Es una planta medicinal muy antigua. Se creía que su raíz protegía contra las brujas y los malos espíritus, también como remedio contra la peste. Las raíces se recogen el segundo año en otoño, en septiembre y octubre.
Se utiliza en enfermedades del aparato digestivo, ya que favorece la secreción de jugos gástricos, inhibe el aumento del peristaltismo intestinal, aumenta la secreción de bilis y favorece el páncreas. Se utiliza en el tratamiento de la inapetencia y también como expectorante y gárgaras para la inflamación de la cavidad bucal. Además, tiene un ligero efecto espasmolítico, un efecto antibacteriano y actúa como carminativo. También se utiliza como tónico y fortalecedor de los nervios. Regula la función de las glándulas endocrinas, estimula el corazón y aumenta la resistencia de las paredes vasculares.
♦Macerar: Verter media cucharadita de raíz seca cortada en una taza de agua fría y dejar macerar toda la noche. Por la mañana, calentar ligeramente y beber.
♦Sopa: 2 cucharaditas de raíz seca verter 250 ml de agua, hervir brevemente y cocer a fuego lento durante 15 minutos. Colar y tomar 1-2 tazas al día para dolencias respiratorias ligeramente caliente, fría para problemas digestivos.
♦Baño decocción: hervir 100 g de raíz seca cortada en 2 l de agua durante 10 minutos. Dejar en infusión 15 minutos y colar en la bañera. Se utiliza para baños tonificantes y para calmar en general.
♦Vino: macerar 60 g de raíz finamente cortada en 1 l de vino blanco Riesling durante 48 horas, después añadir 2 g de anís, macerar otras 48 horas y colar. Servir 50 ml cada vez como tónico, según las necesidades. Para el catarro gástrico e intestinal, administrar 2-3 veces al día, 75 ml antes de las comidas.
Efectos secundarios: en grandes dosis provoca parálisis del sistema nervioso central. En sobredosis también provoca irritación renal y no puede recomendarse en caso de enfermedad ulcerosa del estómago, duodeno y colon. También debe tenerse precaución durante el embarazo y la lactancia. Irrita externamente la piel y provoca sensibilización por exposición a la luz solar.